Energía

Ribera vende una prórroga del tope al gas innecesaria por el desplome del precio en los mercados

Los futuros anticipan un precio del MWh muy inferior al límite fijado por el Gobierno

Teresa Ribera
Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica.
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

El Gobierno vuelve a vender a la opinión pública una medida innecesaria como si fuera un triunfo. Teresa Ribera anunció este martes que había conseguido que la Comisión Europea aplace el tope al gas en el recibo de la luz (la famosa «excepción ibérica») hasta diciembre… cuando no va a hacer falta porque los precios del gas en los mercados se van a mantener por debajo de ese tope en lo que queda de 2023.

Así lo indican los futuros del principal mercado de materias primas de Europa, el ICE holandés, que cotizan que el precio del gas se situará entre 43 y 50 euros por MWh al menos hasta noviembre de este año, y posteriormente no descuentan que suba muy por encima de este nivel. Los futuros son contratos de venta de gas, en este caso, a un precio determinado en un plazo también prefijado. Por tanto, descuentan el precio al que estará ese producto en esa fecha.

En el caso del mercado español, el precio será todavía más bajo. Según la consultora Tempos Energía, «las buenas perspectivas de los contratos gasísticos a plazo, que hacen prever la caída del gas natural por debajo de la cota de los 35 euros el megavatio hora en un plazo muy cercano, como máximo de dos meses, propiciarán la bajada de la factura eléctrica pese a las últimas fluctuaciones».

Esto se traducirá en que «el precio de la luz podría regresar a lo largo del próximo semestre a las cotas prepandemia, con un precio competitivo de entre 40 y 50 euros el megavatio hora», muy por debajo de los 120 euros que implica el tope al gas del que tanto se ufana Ribera.

Temperaturas templadas

La caída del precio del gas se debe al fin de las bajas temperaturas en Europa con la llegada de la primavera y a las grandes reservas que acumuló el continente a raíz de la guerra de Ucrania para evitar un posible desabastecimiento. Una medida que se ha demostrado efectiva, ayudada también porque el invierno no ha sido demasiado duro este año.

Además, en el caso español, hay que contar con que 2023 está siendo muy ventoso, lo que permite que la energía eólica aporte el 40% de la electricidad consumida. La hidráulica también está siendo muy importante -y se espera que vuelvan las lluvias en breve al país-, con una aportación del 15%. De esta forma, los ciclos combinados (las centrales que generan electricidad con gas) sólo han sido necesarios para cubrir el 8% de la demanda.

A pesar de todo esto, Ribera anunció la extensión del tope al gas como «una herramienta que permitirá seguir protegiendo a los consumidores españoles y portugueses hasta final de año», a su llegada a Bruselas para participar en la reunión ordinaria de ministros de Energía de la Unión Europea (UE). Es más, aseguró que ha logrado que la referencia de precios de dicho tope, que hasta ahora incrementaba en cinco euros al mes, ahora será «más suave», de cerca de dos euros.

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